martes, 11 de marzo de 2014

Mi primera Moleskine




La primera referencia que tengo de una Moleskine en mi vida, es gracias a la película Indiana Jones and the Last Crusade (1989), en la que el profesor Henry Jones ( interpretado por  Sean Connery), utiliza un pequeño cuaderno para guardar toda la información que recabó sobre el Santo Grial a lo largo de su vida como profesor de literatura medieval, aquel objeto es simplemente encantador, lleno de ilustraciones, apuntes en lenguas muertas y acertijos. Esa libreta aparentemente es una Moleskine, hay quienes dicen que no.

Lo cierto es que ese pequeño libro es el verdadero objeto por el que se movilizan lo personajes  de esa película, habrá quienes dirán que me equivoco; pero el Grial, que tan sólo aparece unos pocos minutos al final de la historia, es tan sólo el premio al final de la carrera, mientras la libreta del profesor Jones es el verdadero Macguffin.

Pero no nos perdamos, hoy quiero hablar de mi moleskine no de Indiana Jones, lo que quiero contar es que gracias a esa película y a esa libreta en particular, comencé a desarrollar un gusto por las libretas de apuntes y por llenarlas de texto e imágenes, de convertirlas  en objetos de íntima expresión en los que se reflejen mis intereses… Tengo muchas libretas, algunas de ellas molesquines, rayo en todo lo que cae en mis manos.

Muchos alegan que la Moleskine, como objeto,  está llena de belleza e historia. La compañía dueña de la marca alimenta la idea de objeto exclusivo, hecho a mano, tradicional, dice que Chatwin, Picasso, Matisse, y Hemingway utilizaban estos cuadernos para crear y que este objeto debe ser parte del equipo que todo aquel  con presunciones de escritor,  artista, creativo o intelectual debe tener…

De la mayoría de anécdotas sobre grandes personajes usando una moleskine pocos pueden dar fe,  de la empresa italiana  Modo & Modo que fabricaba a mano  este producto sólo queda el recuerdo.  Recuerdo bien explotado por  Société Générale Capital (Ahora llamada simplemente Capital), fondo de inversión que en 2006 compró la marca y que hoy día produce en China hasta 60 diferentes tipos y colecciones de libretas para suplir una altísima demanda de este producto.

Moleskine SRL capitaliza la imagen del viajero romántico en un culto global hacia estas libretas, con grandes ganancias en el proceso. Los fanáticos de este producto, entre los que conscientemente me encuentro, buscamos y adquirimos un producto que es, por mucho, más caro que una libreta de notas común. La practicidad y calidad que defendemos también es discutible, según el prisma con el que se mire, hay que ser honesto…

Sólo puedo resaltar una cualidad real en este producto, motu proprio, y es esa sensación de ser un producto "único" que provoca en sus usuarios, quienes al tener este producto entre manos sienten que pueden usarlo como plataforma para crear y lo más importante, quizá, es que muchos lo hacen.

Es la naturaleza del fanatismo, ignorar que se porta un uniforme que miles usan y aun así, sentirse especial. Al día de hoy, existen tres moleskine en mi archivo de libretas de dibujo, en las que consigno ilustraciones, bocetos, y rayones nacidos de olvidadas motivaciones. Seguramente en el futuro habrá más. Hoy los dejo con la primera que tuve.



Coletilla: Probablemente, en lo que me queda de vida, no acometeré de nuevo el proyecto de escanear, editar y montar una de mis libretas de dibujo en un formato de libro digital. Es terriblemente dispendioso y me aburrí mucho haciéndolo. Por lo menos quedo bien.

Enlace:
Replica del diario sobre el Santo Grial del Doctor Henry Jones



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