La primera referencia que tengo
de una Moleskine en mi vida, es gracias a la película Indiana Jones and the
Last Crusade (1989), en la que el profesor Henry Jones ( interpretado por Sean Connery), utiliza un pequeño cuaderno
para guardar toda la información que recabó sobre el Santo Grial a lo largo de
su vida como profesor de literatura medieval, aquel objeto es simplemente
encantador, lleno de ilustraciones, apuntes en lenguas muertas y acertijos. Esa
libreta aparentemente es una Moleskine, hay quienes dicen que no.
Lo cierto es que ese pequeño
libro es el verdadero objeto por el que se movilizan lo personajes de esa película, habrá quienes dirán que me
equivoco; pero el Grial, que tan sólo aparece unos pocos minutos al final de la
historia, es tan sólo el premio al final de la carrera, mientras la libreta del
profesor Jones es el verdadero Macguffin.
Pero no nos perdamos, hoy quiero
hablar de mi moleskine no de Indiana Jones, lo que quiero contar es que gracias
a esa película y a esa libreta en particular, comencé a desarrollar un gusto
por las libretas de apuntes y por llenarlas de texto e imágenes, de
convertirlas en objetos de íntima
expresión en los que se reflejen mis intereses… Tengo muchas libretas, algunas
de ellas molesquines, rayo en todo lo que cae en mis manos.
Muchos alegan que la Moleskine,
como objeto, está llena de belleza e
historia. La compañía dueña de la marca alimenta la idea de objeto exclusivo,
hecho a mano, tradicional, dice que Chatwin,
Picasso, Matisse, y Hemingway utilizaban estos cuadernos para crear y que este
objeto debe ser parte del equipo que todo aquel
con presunciones de escritor, artista,
creativo o intelectual debe tener…
De la mayoría de anécdotas sobre
grandes personajes usando una moleskine pocos pueden dar fe, de la empresa italiana Modo & Modo que fabricaba a mano este producto sólo queda el recuerdo. Recuerdo bien explotado por Société Générale Capital (Ahora llamada
simplemente Capital), fondo de
inversión que en 2006
compró la marca y que hoy día produce en China hasta 60 diferentes tipos y
colecciones de libretas para suplir una altísima demanda de este producto.
Moleskine SRL capitaliza la
imagen del viajero romántico en un culto global hacia estas libretas, con
grandes ganancias en el proceso. Los fanáticos de este producto, entre los que
conscientemente me encuentro, buscamos y adquirimos un producto que es, por
mucho, más caro que una libreta de notas común. La practicidad y calidad que defendemos
también es discutible, según el prisma con el que se mire, hay que ser honesto…
Sólo puedo resaltar una cualidad real
en este producto, motu proprio, y es esa sensación de ser un producto "único" que provoca en sus usuarios, quienes al
tener este producto entre manos sienten que pueden usarlo como plataforma para crear
y lo más importante, quizá, es que muchos lo hacen.
Es la naturaleza del fanatismo, ignorar
que se porta un uniforme que miles usan y aun así, sentirse especial. Al día de
hoy, existen tres moleskine en mi archivo de libretas de dibujo, en las que
consigno ilustraciones, bocetos, y rayones nacidos de olvidadas motivaciones. Seguramente
en el futuro habrá más. Hoy los dejo con la primera que tuve.
Enlace:
Replica del diario sobre el Santo Grial del Doctor Henry Jones
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