¿Un hogar para la vida?

Como ciudadano, periodista y dibujante, que habita en la ciudad de Medellín, me encuentro profundamente preocupado por los crecientes niveles de inseguridad y violencia que se vienen presentando, no sólo en la ciudad, también en el área metropolitana y el departamento de Antioquia. Pero más preocupado me encuentro por la labor política y social de la actual alcaldía de Medellín, quienes vienen demostrando de manera irrefutable una crónica incapacidad para ofrecer lo que a gritos, por más de una año ya, se viene pidiendo: Seguridad.

Cómo ciudadano, no me queda otra que habitar Medellín  rogando por que cese la atmosfera de miedo y paranoia que cunde en la ciudad de la eterna balacera. Cómo periodista me escandalizo diariamente, no sólo por atestiguar la desaparición de niños, músicos, maestros, conductores, familiares… Me escandalizo además por qué parece que los recursos de la ciudad se invierten eficazmente en crear un cerco mediático para que nos creamos el cuento  de que aquí no pasa nada.

Y cómo dibujante sólo me queda trabajar callado y en mi tiempo libre canalizar mi descontento con la realidad en la que habito, saboteando la cara de quienes no me representan. Esfuerzo inútil, que a la larga no me da tranquilidad ni ayuda a nadie.  

En Medellín, morir por balas perdidas, las desapariciones forzadas, las fronteras invisibles, la violencia endémica y la incapacidad estatal, son simples hechos aislados, aquí no pasa nada. Siéntanse tranquilos la Alcaldía de Medellín está para protegerlo... De la realidad