lunes, 26 de diciembre de 2011

Un día lluvioso en el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe



El Edificio Rafael Uribe Uribe, en la actualidad Palacio de la Cultura de Antioquia, es sin duda un referente de la ciudad de Medellín, no sólo en lo arquitectónico por su ajedrezada belleza y majestuosa fachada de estilo Gótico “Renacentista”, sino también por ser otro ejemplo y victima de la caprichosa burocracia que históricamente ha plagado a la clase dirigente antioqueña.

La obra, pensada para ser el Palacio de Gobierno de los antioqueños, comenzó en 1925 con diseños y bajo la dirección del arquitecto belga Agustín Goovaerts. Curioso es, que cinco años antes (1920), Goovaerts ya tenía listos los planos para la obra y que la ordenanza por medio de la cual se autorizo la construcción del Palacio fue emitida en 1898.

La obra, que proyectaba cinco niveles, incluidos sótano y altillo, 315 piezas para despachos, un gran salón para la honorable Asamblea Departametal, depósito, imprenta, biblioteca, archivo, museo y casa para el gobernador, sufrió en 1929 su primer revés. La Gran Crisis del 29 obligó a detener la construcción por 2 años.

Varias fueron las dificultades que Goovaerts y el Palacio enfrentaron en los cerca de 40 años que tomó la construcción de la obra. Políticos, periodistas, escritores y religiosos arremetieron contra ella, no les gustaban su cúpula, sus decorados, lo que costaba; Pedro Nel Gómez dijo que era “Mojigata”. Finalmente en 1966 el Departamento determinó que el edificio quedaría inconcluso, sólo se construyo cerca de la cuarta parte del mismo. Por suerte en 1982, el Palacio fue declarado monumento nacional, de lo contrario ya lo habrían derribado. En 1987 la Gobernación de Antioquia se trasladó a su nueva sede en La Alpujarra dejando al Palacio como centro cultural del departamento, en ese entonces comienza su restauración para ser hoy uno de los lugares más hermosos de la ciudad, uno que vale la pena visitar.

En lo personal adoro el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, recuerdo caminar por sus corredores tomado de la mano de un antigua novia, preguntándonos como sería el edificio de estar completo. En la plazoleta interior, acompañado por el silencio, leí completa la obra de H.P. Lovecraft, no fueron pocos los sustos que me asaltaron en ese periodo… En fin, un buen lugar. 





2 comentarios:

  1. Un muy buen lugar. Me encanta. La reseña está excelente y la ilustración hermosa. Me gustaría que le dedicaras una ilustración más grande, que nos muestre más su grandeza.

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  2. Bienvenida Antonia, gracias por tu comentario.

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